viernes, 4 de mayo de 2007

Astillero
Julio Hernández López


Y sin embargo...

Marchas, manifestaciones

¿Hay líderes, hay programa?

La Iglesia también se alista.

Por todos lados se mueve la inconformidad social. En el plano sindical, contra las modificaciones a la Ley del ISSSTE que la estructura institucional anquilosada pretende estatuir como irreversibles; en lo regional, con movilizaciones como las de Oaxaca (con las salvedades de las que se hablará más delante) y Atenco, e inclusive en Estados Unidos, donde la fuerza de los migrantes indocumentados llevó a cuerpos policiales gringos a arremeter con saña contra manifestantes de origen latinoamericano y periodistas que cubrían los actos de protesta del pasado martes primero.

Y, sin embargo, se mueve, a pesar de los aplastantes recursos puestos en juego por los poderosos de México para impedir que llegara a la Presidencia de la República un reformista que habría estirado los años de vida de un sistema político en agonía; a pesar del uso criminal de la propaganda, sobre todo la televisiva, para dividir a los mexicanos e inocular el virus de la desesperanza que, se suponía, habría de paralizar a los ciudadanos, y a pesar de la diaria presencia amenazante de tropas policiales (o policías militares) desperdigados por todo el país con pretextos explícitos como la lucha contra el narcotráfico o no reconocidos oficialmente, como el espionaje y la infiltración de movimientos populares y el control o supresión de esos focos de molestia o insubordinación sociales.

La protesta popular se mueve aunque no haya líderes consolidados. Andrés Manuel López Obrador sigue voluntariamente enclaustrado en el mundillo de los partidos y partidillos, de los discursos y los recursos, de las giras electorales y electoreras (en el PRD ayer seguían dando vergonzosos palos de ciego en el asunto de las candidaturas a puestos de elección popular en Chiapas y Oaxaca; ¿palos de ciego?, venta de servicios a gobernadores de cartera suelta, como Juan Sabines y Ulises Ruiz). Y, ¿quién podría ser hoy el dirigente obrero confiable para los movimientos independientes: Francisco Hernández Juárez con sus décadas en el trono sindical telefónico o el saltimbanqui Roberto Vega Galina? ¿Podrá seguir adelante en Oaxaca la lucha popular aunque la sección magisterial 22 juegue a las negociaciones subterráneas con los enviados de Francisco Ramírez Acuña y con Ulises Ruiz, en una maniobra con la que ciertos líderes de los profesores tratan de conseguir lo prometido durante el foxiato y retenido durante el calderonismo (mejorías laborales), al tiempo que desarrollan un libreto de oposición "leal", que llega al Zócalo y se porta bien (y que recibe felicitaciones de Ulises por esa conducta británica) para dejar fuera de sitio a la APPO y orillarla a que rebase esos límites consentidos y se exponga a una segunda represión, acaso final? ¿Podrá el movimiento de Atenco remontar el miedo impuesto hace un año, cultivado con especial afecto por las fuerzas policiales de Peña Nieto y de Calderón?

Pero tampoco está en sus mejores momentos el proyecto de dictadura disfrazada que el 2 de julio del año pasado creyó tomar el poder que Chente Fox mantenía en estado caricatural. El presidente del empleo no logra entregar buenas cuentas en materia económica, y diariamente recita ante audiencias distraídas su canto de falsas victorias oficiales: dice que hace, que inaugura, que proyecta, que consolida, que ofrece, pero nada es diferente de lo poco de antes (poco, pero muy televisado). El presidente de la mano firme ve naufragar su lance disparatado de declarar la guerra a un narcotráfico que forma parte inseparable del tejido de los poderes político y económico de nuestro país: muertos hay por doquier en este episodio de presunto combate al comercio ilegal de drogas y ahora el político de la casaca verde olivo exageradamente holgada observa que el avispero insensatamente alborotado afecta a quienes heroicamente le sostienen en el cargo presidencial, los militares.

Calderón hace como que no pasa nada, y emprende una gira relámpago (unos 10 minutos de estancia) a Piedras Negras, para tomar testimonio exprés de lo que se hace para ayudar a los damnificados por reciente desgracia natural. Pero todo se va enredando en el mundo del panismo dedicado a los negocios a costa del erario, como sucede en San Luis Potosí, donde el jefe de las cuentas alegres en la chequera personal y familiar, Marcelo de los Santos, ha ordenado a sus policías que repriman a jóvenes universitarios que participaban en una etapa de la larga protesta contra la instalación de la Minera San Xavier.

La gente marcha, se manifiesta y protesta, pero sin guía ni programa corre el riesgo de desilusiones, depresiones y traiciones. Además, el dinamismo no sólo corre por la franja izquierda: en la derecha se preparan para batallas inmediatas, de tal manera que Norberto Rivera pone una falsa mejilla a la hora de reconocer que las modificaciones en favor del aborto no significan el fin del mundo, y que él no llama a desobedecer las leyes, sino que ejerce su derecho de expresión, mientras las falanges clericales anuncian para este 13 la segunda etapa del plan de oraciones "por México" (con campañas paralelas en otros países). El 13, los católicos celebrarán el aniversario de la aparición de la Virgen de Fátima en Portugal y, este año, en esa fecha, el papa Benedicto 16 inaugurará en la ciudad de Aparecida, Brasil, una reunión de obispos de Latinoamérica (que durará 11 días), que en su agenda de discusión tendrá en primer lugar "el tema del derecho a la vida de los niños no nacidos". En www.oramospormexico.org se advierte que esa conferencia episcopal "estará bajo fuertes y diversas presiones: de quienes quieren que América Latina escoja la civilización de la muerte; de los que impulsan el enfrentamiento con Norteamérica; del planteamiento sofista de aquellos que consideran que la defensa de las comunidades indígenas implica renegar de la evangelización y de la culturización de América (...), y la subterránea labor de grupos que, a toda costa, pretenden desprestigiar a la Iglesia católica".
Y, sin embargo, se mueven... ¡Feliz fin de semana (coman frutas y verduras pero, sobre todo, vean El violín)!

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